"¿Estaremos a la altura de los liberales del siglo XIX? ¿O veremos desaparecer al Estado mexicano en los años venideros?""La Mesilla es un pequeño poblado que se encuentra al norte de El Paso, Texas y contiguo a Las Cruces, Nuevo México. Hasta 1854 La Mesilla fue la frontera entre México y los Estados Unidos, puesto que desde 1848 la República Mexicana había perdido todas las regiones que comprenden los actuales estados de California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México y Texas: más de la mitad de su territorio original. La Venta de La Mesilla (conocida como Gadsden Purchase en Estados Unidos) se concretó mediante un tratado que firmaron, por una parte, el presidente estadounidense Franklin Pierce y, por la otra, Antonio López de Santa Anna. Entró en vigor el 25 de abril de 1854 y, a partir de ese momento, Paso del Norte y el Río Bravo se convirtieron en la frontera norte. El escándalo que provocó esta venta desencadenó, junto con otros factores, la caída de Santa Anna, la Revolución de Ayutla, la llegada de los liberales al poder y la promulgación de la Constitución federal de 1857, lo que, a su vez, produjo la reacción conservadora, La Guerra de Reforma y la Intervención Francesa. Aquella venta irregular, que generó ingresos únicamente para el bolsillo del presidente Santa Anna, quien utilizó el dinero para brindar al ejército corridas de toros, peleas de gallos y diversiones de todo género fue, entonces, la gota que derramó el vaso y el detonador de un proceso de cambio social radical. Recientemente, Porfirio Muñoz Ledo comparó el momento actual con aquel contexto histórico. También hoy, como en 1853-1854, el régimen se encuentra profundamente deslegitimado y a punto de estallar. Según el avezado y avispado Muñoz Ledo, ya no existe el Estado nacional, se fragmentó y se disolvió. De nueva cuenta se ha perdido el territorio, esta vez por su entrega a las compañías mineras de Norteamérica y por la entrega de concesiones petroleras a empresas extranjeras que ya se ocupan de explotar el subsuelo y las aguas profundas del Golfo de México. Que más bien es el Golfo de la Chevron o de la Shell. Y del gobierno, ni hablar, porque ya está en manos de una pequeña camarilla de tecnócratas sujetos a las políticas económicas del exterior y resulta incapaz de contener a la delincuencia organizada, que es un cáncer, un Estado dentro de otro Estado.La pregunta que surge es ¿cuándo llegará esa gota que derrame el vaso? Si la Venta de la Mesilla fue un detonador poderoso del cambio revolucionario fue debido a que se había formado una generación de valerosos liberales mexicanos, como Juárez, Ocampo, Altamirano, Zarco, Lerdo, Arriaga, Ramírez, y tantos otros. ¿Hay en el momento actual una vanguardia de esa envergadura? Porque a veces existen las condiciones objetivas para una revolución y faltan las condiciones subjetivas, como también puede suceder lo contrario, que existan grandes individualidades pero falten las condiciones objetivas para que se produzca el cambio. La ruptura del tejido social, la cultura del consumo y el hedonismo, así como la llegada de nuevas tecnologías de comunicación social, están impidiendo que se forme una fuerte corriente favorable al cambio social. Cada quien vive en su mundo aislado de los demás. Con Internet y las redes sociales los individuos refuerzan sus ideas preconcebidas, se aferran a sus propios valores, buscan su propia zona de confort y la comunicación con otros puntos de vista se vuelve imposible.Por eso se plantea la duda ¿estaremos a la altura de los liberales del siglo XIX? ¿O veremos desaparecer al Estado mexicano en los años venideros?COLABORACIONES

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